

Muchos adictos a la percusión y como no, al micro!!; se notó que los chicos ya habían ensayado durante la despedida pues ya tenían otro desparpajo con el susodicho instrumento.
Eran las seis de la madrugada y salía el último autobús y a pesar de los repetidos avisos nadie quería marchar, ¡¡otra, otra, otra!! y así es que se quedaron en tierra y hubo quienes tuvieron que hacer de taxistas.
Ah!! no nos podemos olvidar de darle las gracias a todas aquellas personas que nos han felicitado por el trabajo bien hecho.Gracias.
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